Ecos del desierto.
Ecos del desierto .


A más de dos décadas de que el mundo se indignara ante la cantidad de feminicidios en Ciudad Juárez, ésta sigue siendo una forma sistemática de violencia de género en la región, agravada por la falta de medidas de prevención y alentada por la impunidad.

La lucha por el esclarecimiento de los feminicidios ha sido encabezada siempre por las madres de las víctimas, posicionando este problema en la agenda social del estado y del país. No ha sido fácil, los costos personales han sido altos. Han tenido que enfrentarse a la indiferencia de las autoridades, las campañas de desprestigio hacia su lucha, los insultos a la memoria de sus hijas por parte de funcionarios del estado que han culpabilizado a las víctimas, como el ex gobernador Francisco Barrio, a la falta de solidaridad social y la falta de reconocimiento a su aporte en los avances que en materia de atención a los delitos de género se han dado a nivel estatal y nacional.

La cruz negra con fondo rosa símbolo mundial que representa la lucha contra el feminicidio, fue creada por el primer grupo de familiares de víctimas de feminicidio de Juárez y seguramente del país, Voces Sin Eco. La Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs México, primera sentencia de este organismo internacional sobre casos de feminicidio, es una resolución histórica al determinar la responsabilidad del estado mexicano en la desaparición y posterior asesinato de tres mujeres. Estos y otros logros mas íntimos y personales mitigan un poco el dolor que por siempre permanecerá en las vidas de estas madres tras la pérdida de sus hijas. Ocho documentales cortos nos muestran las historias particulares de Ramona, Soledad, Nidia, Paula, Josefina, Irma, Juanita, Julia, Catita y Esther, revelando también lo que han construido como colectividad donde se han fortalecido para seguir adelante.


Dedicatoria
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