Este proyecto surge como iniciativa del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer, con el objetivo de visibilizar el aporte de las madres de víctimas de feminicidio en la denuncia de la violencia de género y a favor de los derechos de las mujeres, mientras han pugnado por la justicia para sus hijas y el esclarecimiento de su desaparición y feminicidio.
También fue hecho para reconocer y agradecer el trabajo de defensa de los derechos
de las niñas y de las mujeres que realizan las madres de víctimas de feminicidio al
igual que las madres con hijas desaparecidas en Ciudad Juárez, quienes a partir del
peor día de sus vidas sacaron fuerza para salir a exigir justicia y respeto a los
derechos de sus hijas.
Con agradecimiento, admiración y gran cariño para:
Ramona Morales, Soledad Aguilar, Nidia Lee, Paula Flores, Josefina González, Irma Monreal, Benita Monárrez, Julia Caldera, Juanita Rodríguez, Catita González, Esther Arizmendiz, Irma Pérez, Bertha Márquez.
Pioneras en la lucha contra la impunidad de los feminicidios y cuyos nombres estarán para siempre ligados al de CEDIMAC por el camino que emprendimos juntas hace años.
Silvia Elena Rivera Morales,
hija de Ramona Morales Huerta
Cecilia Covarrubias Aguilar,
hija de Soledad Aguilar Peralta.
María Sagrario González Flores,
hija de Paula Flores Bonilla
María Elena Chávez Caldera,
hija de Julia Caldera de Chávez
Esmeralda Herrera M. y Claudia I. González
hijas de Irma Monreal y Josefina González
Brenda Berenice Rodríguez Bermúdez,
hija de Juanita Rodríguez Bermúdez
Cristina Escobar González,
hija de Catalina González Rodríguez
Brenda Patricia Luna Arizmendiz,
hija de María Esther Arizmendiz Moreno
A más de dos décadas de que el mundo se indignara ante la cantidad de feminicidios
en Ciudad Juárez, ésta sigue siendo una forma sistemática de violencia de género en
la región, agravada por la falta de medidas de prevención y alentada por la
impunidad.
La lucha por el esclarecimiento de los feminicidios ha sido encabezada siempre por
las madres de las víctimas, posicionando este problema en la agenda social del
estado y del país. No ha sido fácil, los costos personales han sido altos. Han tenido
que enfrentarse a la indiferencia de las autoridades, las campañas de desprestigio
hacia su lucha, los insultos a la memoria de sus hijas por parte de funcionarios del
estado que han culpabilizado a las víctimas, como el ex gobernador Francisco Barrio,
a la falta de solidaridad social y la falta de reconocimiento a su aporte en los avances
que en materia de atención a los delitos de género se han dado a nivel estatal y
nacional.
La cruz negra con fondo rosa símbolo mundial que representa la lucha contra el
feminicidio, fue creada por el primer grupo de familiares de víctimas de feminicidio de
Juárez y seguramente del país, Voces Sin Eco. La Sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en el caso González y otras (“Campo
Algodonero”) vs México, primera sentencia de este organismo internacional sobre
casos de feminicidio, es una resolución histórica al determinar la responsabilidad
del estado mexicano en la desaparición y posterior asesinato de tres mujeres.
Estos y otros logros mas íntimos y personales mitigan un poco el dolor que por
siempre permanecerá en las vidas de estas madres tras la pérdida de sus hijas.
Ocho documentales cortos nos muestran las historias particulares de Ramona,
Soledad, Nidia, Paula, Josefina, Irma, Juanita, Julia, Catita y Esther, revelando
también lo que han construido como colectividad donde se han fortalecido para
seguir adelante.